Las ideas ocurren y los hechos suceden
y se derraman como polvo sobre superficie deslizante.
Se ha roto
y...¡Ah, ya no hay camino!
El laberinto se extiende más allá de las almas perdidas
que se ven relegadas.
Has perdido.
Incendiaste el hielo,
sucumbido al furor impaciente de la
inútil espera y
segura corrupción.
Has perdido.
Lo sereno y lo implacable ha retornado
y...¡Ah, es hermoso!
y sigue vivo.
Astuto y bondadoso tesoro,
vigila y guarda la ilusión.
Cuídate, pues te buscan
y no es bueno, no.
Tú portas la esperanza y el deseo
en tu silencio y en tu gesto,
amado mío.