viernes, 30 de noviembre de 2012

Él camina bello como la noche


Los veloces,
los nocturnos,
no dormitan.
Ángel saciado.
Diablo hambriento.
Corazón inanimado.

Y ahora es insensible
y sus hombros son de piedra.
Y la calma es virtud
y mortal pecado.
A su favor juega el tiempo,
vaqueros en cajones olvidados.

Prioridades,
¿Existen?
Nadie sabe.
Y en tanto la brisa juega insaciable
y fluye el agua moderada,
espera a que regresen las ganas.

No existe un posible regreso

Los inmortales



Soy consciente de que existe,
consciente de que aguarda,
consciente de que ama.
Soy consciente.

Soy espectro tras su sombra,
silenciosa y expectante.
Le guío en sus virtudes,
le llevo a sus infiernos.
Soy consciente.

Aparecemos y no estamos.
Proseguimos y marchamos.
Me llama y ya no oigo.
Suplico, indiferente.
Soy consciente

Fría y llameante,
busco belleza en el desorden.
Sincronicidad, torpeza,
un sentido...
Soy consciente.



Kyle


Solía ser así,
antes.
Cuando el amanecer era el despertar de párpados.
Cuando las personas se entendían entre ellas.
Cuando no había resentidos.

Y la noche era la reina.
Los neones eran guías de las almas perdidas.
Vagaban buscando respuestas,
los fantasmas del pasado sonreían.

Y solo era necesario un punto de interés
para, en la mañana, sentir la calidez del Sol naciente
y, rotas las preguntas,
apuñaladas por realidad, la extraña sensación
de plenitud
y respirar.
El flujo de la vida,
El ciclo temporal.
Un rostro sereno.

Llanto seco bañado en ira


Espada de muerte en vaina de rosas.
Y su filo tajante partió en dos la vida.
Cortando la respiración.
Conteniendo un suspiro bañado en bronce.
¡Un grito de dolor!
En la noche se oyen quejidos
entre los árboles.
Sus sombras son negros esbeltos espectros.
Nocturnos danzantes
celosos de la luz,
del fuego, lo atractivo.
Anhelantes de un puro y espiritual suicidio.



Es locura y dolor
lo que se vistió de verdad
y enfundó un engaño piadoso
que actuó como aguja en goma derretida.
Un anhelo eclipsado
por otro prematuro.

Un lazo más fuerte que Kali,
un espejismo real.
La visión.
El inconformismo, el hielo, un número, un color.
Confortable corazón de fuego.
Intriga, devoción.
Posibilidad de volver lo imposible en opción.

Y sujetar al borde del abismo una lágrima.
Abrazarla con delicadeza.
Instarla a bailar con la luna
en comunión.
Dejarla dormir.
Su esencia en paz.
Expresión feliz.
Satisfecho amor.

Serenity Nights


Derrubáronse estruturas pulidas dende a alma e a inconsciencia.
Esquecidas palabras entre a néboa
dun día escuro mais soleado
por mor da liberación, da cobiza e as ilusións.
A falta de comprensión.
Presión de beizos desesperados
chuchando a vida e os soños durmidos
que espertan
ante as emocións, os sorrisos
e a quietude en risa.
Noites de serenidade.


Somos Hielo


No hay razones, no hay motivos.
¿No hay preguntas?
Oh, ¡Desde luego que las hay!
Mas inocentes.

Esto es solo un enorme glaciar.
Visiones cruzadas.
Estáticos, entumecidos
y aveces llorando.

No nos derretimos.
¡Estabilidad!
Nuestro movimiento es lento.
Padre Tiempo tiene mucha prisa.
Generador de dudas y lágrimas
congeladas.

Existimos desde siempre.
Chocamos
mas no desaparecemos.
Nos cubre un hermoso y fino velo de paz
que consuela y anima.

Somos fríos.
Somos hielo.

Hasta que decidas regresar


Hoy, he visto al Sol caer.
La ilusión renacida, cae enferma
de la esperanza del miedo,
la bondad del terror
y la inocencia de lo austero.

No es inteligencia el motor de un universo
sino realidad.
Bloques pesados de un “pero”
que anulan la euforia

e incrementan el pesar
por la monotonía del encierro,
la imposibilidad de tocar verde,
de bañarse en fuego
y en luz.

Estupefacción,
la incomprensión,
sorprendida alegría.
Otro disgusto por esconder.
Un adiós tras otro adiós.
Hoy, he visto anochecer.


Bipolaridad


Trazos elípticos, ondulaciones en lienzo.
Amplios ciclos temporales, espera, felicidad y tormento.
Al igual que el arco iris
anulándose a si mismo, fragmentado, perfecto.

Al igual que sus pupilas, negro y fuego.
Concentración y los detalles.
Delicadas proporciones de alma y cuerpo.
Respeto.

Al igual que todo es nada y todo es eso,
un fin que perdura es un comienzo.


Plata



Elementos convexos traicionando miradas
que buscan con ahínco una salida,
una solución al concepto de vida
que marca la existencia
de nosotros mismos.

Espontánea
la profunda mirada de plata que poco a poco rasga la muralla,
cercado del lustroso caballo blanco entrenado para carreras de muerte,
dolor y pena ilógica.

Débilmente mas no menos firme, erosiona cada piedra
como si en ello su vida fuera,
mas no es así.

Es guiada por el imprevisto y la casualidad confluyendo en Plata.
Hermoso mineral.

Ni el diamante compite, preso de enfermizo orgullo
por prestigiada belleza.
Plata sonríe.
Inocente.

Desconoce la crueldad del oro fundido en abiertas heridas.
Suplicantes de compasión.

Mitades hermanas con distintos caminos
lloran apenadas por la separación,
mas enérgicas por el deber y compromiso con su alma.

Y la razón tentando al corazón con supuestos tesoros morales.
Inventados e irreales.
¡Blasfemia!

Plata llora,
alguien la ha trocado por diamante
ya que brilla.
Plata sufre, ya no mira.

Seres responsables restauran a poquitos la muralla.
Colocan cada piedra.
A ojos de muchos maravilla.

Pero es cuchillo en cristal, fractura en hueso, valla en tierra.
Normalizando lo natural,
estableciendo leyes para lo innato.
Insensatez.

Tiene sueño el Sol, y anochece.
Mi amante “Diablo” es despertado
Y tristemente el pobre Plata duerme.

Mis párpados poco a poco sucumben al sueño
arrullados por un cántico mucho más que conmovedor.
Relajante y lloroso.
Añoro amar lo amado
y consolar la tristeza cuando plazca,
tornarla en alegría.
Quien me arrulla por pura bondad se vuelve alegre
y espontáneo.
Dime, ¿Existes?
Me pregunto si no eres un sueño,
si posible es poderte tocar,
o eres un mero murmullo del viento
que dice amar lo imposible,
y evitar en lo posible la mala verdad.
A poquitos me succionan la vida,
me la arrebatan sin piedad.
Me limito a llorar.
Sin embargo, al poco rato, las lágrimas se agotan.
Despojadas de su honor, solo quieren recuperar
la preferencia ante aquel
que presumía de amar como nadie,
de querer como el que más.
Sin nubarrones impidiendo la visión
de una luna llena que es mi reloj
natural.
Y perfecta combinación
de atractivo y misterio,
de antiguo y sabio mas actual.

Profunda es su sonrisa,
y un mito es su mirar.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Luna oscura


Momentos de una época en los que el tiempo se detiene.
Se empapa de percepción la verdad,
y hasta el rincón más oscuro del alma se entristece.

Si jamás pudo ser el olvido 
el método más eficaz de superación,
lo es la cárcel del alma
donde agonizan los recuerdos,
que se retuercen entre lágrimas
y evocan al viento.

Y a la brisa cálida de la eternidad
fragmentada en sucesiones de oportunidades
que esperanzan la mirada,
afinan los rasgos y arrancan espinas
hondamente clavadas.

Nos marca el suicidio de la llave tras cerrar la puerta.
El gesto se vuelve duro.
La ilusión, metafórica.
Llorando, el corazón se encoge en un susurro,
y el alma se oculta tras su propia derrota.

Desprenden las chimeneas el humo rancio de la jornada,
de los labores.
Horas y más horas, vidas extasiadas.
Escaecidos amores.

La noche y el frío calan el alma y los huesos.
La profecía del futuro, amores perecederos.
Uno a uno.

La lluvia corre, moja, empapa,
lanza insondables verdades,
susurra cantos ciertamente verdaderos

Se siente uno mismo como la posesión
de un compañero
Miradas y males.

Besos olvidados en el abismo de lo nunca novedoso,
Dulzura, la ilusión de un coloso.
Lluvia, amedrentado olor a tempestad.

Refugio perfecto que es el sueño.
Recuerdos de lo que añoramos amar.
Impedimentos, aceleración del olvido
Intrínseca mente expiatoria, un amigo.

El mar.

Oleaje, marejada de sensaciones.

Secular.

El oscuro atractivo de las pasiones.
Acertijos calmando hambrienta mente de saber.
Inocencia, comprensión y parsimonia. Vejez.


Fragmentos del tiempo acompasados a cada segundo,
se vuelven instantáneos
o eternos.
En ocasiones las flores se ocultan para no ser vistas.
En otras, lucen color y belleza
orgullosas de sí mismas.
La poca esperanza que reflejan todos los ojos
se renueva con amor y con cariño.
El ambiente de las fiestas, en ríos de vino
quedan las oscuridades y los malos recuerdos a remojo.
Condimentada existencia con pizcas de aspiraciones y de orgullo.
Quizás nadie está pendiente o preocupado .
En paz vive cada alma.
En experiencia está bañado cada fruto.
Corren en nuestra contra las agujas del reloj.
En su propio y astuto beneficio.

Elegantes estereotipos del amor
Regresa más alta, más profunda
la vanidad humana.
El filo de lo desconocido.
Lo invariable, la estancia...
...en el perfecto laberíntico palacio de las ensoñaciones,
donde inspiras la paz,
expiras la ansiedad
y te retuerces en grandes emociones.
Triste, llorando, y por los suelos
se despide de mi.
Me adora, me quiere, me abruma.
La odio.
La despido lentamente de mi ser, a oscuras...

Merlín

El hechicero que todos tenemos dentro.
Grita sus profundos conjuros al viento.
Aspirando a libertad.
El versátil material del que están hechos los sueños.
Me puso Lucifer los cuernos con Satán.
Unidos, son la cara de la misma moneda,
poderosos.
Las escaleras a mi cielo solo bajan.
Dios no me quiere ni a su frente ni a su espalda.
Y en el medio, en suspensión, aguardo.
Interrumpiendo el vuelo de alguna golondrina extraviada.
Ha sido la carne siempre la debilidad del ser humano,
y el orgullo
Inútil el uso del árbol de la ciencia
y de su fruto.
La inteligencia baña nuestras mentes y conciencias.
Cobramos el permiso de ver el mundo desde la perspectiva perfecta.
La inutilidad de esa llave de un destino es nuestro precio.
El impuesto del ser humano y su virtud, su derecho.
La pasión corroe, condena,
la conciencia se retira.
El oscuro tormento de que es el instante el que prima.

Apareció el don de Isis una jornada.

En el origen, la tierra era árida.
Agua, pura y cristalina
ahogó la pena, la frustración, el engaño, la rabia...
Si después la devolvíó con efecto, con más fuerza
¡Desgracia!

La inteligencia prevalece ante el corazón,
que lucha incesante por desatar su pasión.

Cierto día lo consigue.
Terrenos esteparios desolados.
Atisbo de "felicidad" a lo lejos.
¡Gran desgracia!¡Gran error!

Cansancio que presiona, que atrapa.
Ilumina su fulgor...
y al instante se apaga.

Vivir encerrado en la convicción de un futuro,
en el recuerdo de un pasado,
en la certeza de algo más,
en el rechazo de lo no grato.
Contrarreloj.
Y si como un caballo desbocado
el hombre se desata,
como presa de transformación 
la criatura mansa.

Si llevado por la razón,
el hombre se libera
Adquiere al fin libertad y prospera...

Si la mente, la conciencia
que escribe sobre el hilo rojo del destino
que une tu dedo y el mío
se fusiona...

La ilusión en auge que conlleva
la marginación del mundo realista,
que menosprecia
la pura alegría de la existencia.

Y se muere 
lo irreal, el sentimiento que provoca
el final de un terrible y largo cuento
que es la vida

Emana de ella euforia
y la aviva.