El hielo crujió y las mareas buscaron ansiosas.
En la noche, espantado, el Sol durmió.
Sonó un sonido silbante.
Lloraste por verte tan sola.
Maravilloso, reloj rindiendo pleitesía,
y un golpe fortuito,
rotura de la perfección.
Asimetría.
Y ves como tu luz, sí, trastorna,
y son pozos, explosiones de negro
y azul.
Pozos oscuros de luz.
¡Oh, extraño
me colma!
Un brillo profundo de mirada constante.
La separación de los glaciales.
Fruto fresco y rojo como la sangre.
Es bello, mas se marchitará algún día.
¿Existe acaso cosa más triste?
Pasión férrea por una visión repentina.