Ocho mil respiraciones profundas

esta noche

entre esta corriente doble

triple

Arenisca rasposa

entre los pies y bajo el suelo 

y el débil broche que mantenía todo unido

quejumbroso tras caer

y configurarse otro y diferente.

Nunca tuvo sentido 

y nunca fue importante 

pero me mantuvo despierta muchas horas

Enfadada en la oscuridad, bajo las mantas 

agradecida

y rota.

Recuerdo ver las cajas.

Todas esas cajas apiladas unas encima de otras, extendiéndose más allá de donde la vista alcanzaba. 

Cajas grandes, pequeñas, de bordes irregulares, cuadradas, redondas, rectangulares, de un solo color y también de varios, de madera, de metal, de cartón y de piedra; eran simplemente demasiadas.

Las cajas impedían el paso. Mi mirada continuó su recorrido hasta mis pies, que levemente rozaban la primera de ellas. Era sin duda la más grande y robusta de todas. Pensé que eso podía deberse al hecho de estar mucho más cerca de mí que las demás.

Parecía una caja importante, una buena caja.

Así que la abrí.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? No logro recordarlo, no consigo recordar nada en absoluto.

Desgarro y júbilo

Sensibilidad muerta y ceguera parcial.
Dos voces se encontraron (dejaron de vibrar)
Y las melodías tuvieron sentido

¿Qué sentido?

El zumbido sordo enfatizado,
Placer llano, nítido y difuso.
La mano trazará otras formas y...

¿Cómo voy a engañarme?
Son formas que ya he tocado y
son las formas que deseo

Nuevo día

Brisa agitaba la tela de la mañana.
Melodía, tranquila, empañó a Cristal.
El aroma de Café
perfumó la estancia en calma.
Se desperezó el amanecer.

Canción de luz y sombra

Una hoja de sauce abandonó su hogar y cayó al suelo,
tomó forma humana y exploró el tiempo.
Miró atrás... miró el principio...
vio el final de todas las cosas,
el último objetivo.
(silba entre la niebla)

Se agita el bosque,
tiembla el viento,
tiembla buscando compañía...
y en espera del "momento"
(silba entre la niebla)
silba el sauce,
silba el viento...
...entre contornos enlazados,
oscuridades, risa y luz.

En la niebla se oye una intensa melodía.
Se abre paso lentamente.
En el abrazo de la noche
la hoja se desliza.
(silba entre la niebla)
Sonriente.
La furiosa melodía.

La noche cae, abraza, arropa.
Flotando en un suspiro
sin conciencia... y con toda,
vaga confusa, respirando el delirio de la oscuridad
y el torbellino de cuchillas mentales
bajo el tenue fulgor de las farolas.

La melodía incrementa el pensamiento
asentado en el rugoso frío de la piedra.
¿Cómo describir lo indescriptible con palabras?
¿Cómo asegurar lo relativo o abarcar la inmensidad?

Quizás se deje llevar en sus brazos,
en la frescura del mundo nocturno...
...o en la brisa marina que evapora la histeria.
Pero, el velo de apariencia late aún,
inexpugnable
y el desequilibrio pervive.
Endulzado.
...Cae la noche...
¿Aún no sabes quién soy?

Contornos sombreados

Dieciséis finas líneas negras
vivaces y veloces caminan.
Son noche, hierro y libertad
esperando ansiosas la tenue brisa.

Se agitan con la tempestad de una figura
sobre la atalaya en ruinas.
El viento las envuelve delicadamente,
y en la oscuridad hechizante brillan...

...dieciséis líneas, una sombra...
...dieciséis líneas, una vida...

Una silueta imprecisa.
Una mirada perdida.
Una sonrisa que se esfuma...
...y la sinuosa voluntad
de quien no da media vuelta
y pervive eternamente
en el viento agonizante.

Inmortal y vagamente
su alma, su corazón y su mente...
...flotando en el horizonte.